“Luciérnagas en El Mozote” se ha convertido en una de las películas más comentadas de los últimos años, no solo por la magnitud de su historia, sino también por la forma en que logra entrelazar memoria, ficción y espectáculo. La cinta, dirigida por el cineasta salvadoreño Ernesto Melara, reconstruye la masacre ocurrida en Morazán en diciembre de 1981, cuando más de 900 civiles —hombres, mujeres, niños y ancianos— perdieron la vida a manos de la Fuerza Armada.
El guion, escrito por Marvin Galeas, parte del testimonio de la recordada Rufina Amaya (1943-2007), única sobreviviente de aquel horror, y lo transforma en un drama bélico de acción. La trama gira en torno a un niño de 10 años que, tras sobrevivir al exterminio de su familia y de su aldea, emprende un camino marcado por la lucha y la búsqueda de justicia, con un relato que mezcla crudeza, emoción y un fuerte simbolismo humano.
El reparto internacional eleva aún más el impacto del filme. La española Paz Vega, reconocida por su versatilidad en cine europeo y hollywoodense, aporta su talento a la historia junto a Mena Suvari, famosa por su papel en la oscarizada American Beauty. A ellas se suman Jeff Fahey, rostro recordado en Lost, y Juan Pablo Shuk, actor colombiano con gran trayectoria en América Latina. El talento salvadoreño también brilla en pantalla, con actores locales que logran dar vida a un relato cargado de identidad y pertenencia.
Rodada en locaciones de El Salvador en 2022 con la participación de un equipo técnico salvadoreño y estadounidense, la película no solo ofrece un espectáculo visual de primer nivel, sino que rescata la memoria histórica desde la sensibilidad del cine. Su narrativa transporta al espectador a un episodio que estremeció al mundo, con una estética poderosa que oscila entre la tragedia y la resiliencia.
La dirección de Ernesto Melara, quien falleció recientemente, imprime un sello profundo y conmovedor. Su visión no solo dio forma a una cinta con estándares internacionales, sino que también convirtió esta obra en un tributo cinematográfico a la memoria de El Mozote, un legado que permanecerá en la historia cultural de El Salvador.
“Luciérnagas en El Mozote” no es solo una película: es un viaje a la memoria colectiva, contado con el lenguaje universal del cine y con la fuerza necesaria para iluminar una de las páginas más duras de la historia salvadoreña ante los ojos del mundo.