A seis años del inicio de la gestión del Presidente Nayib Bukele, El Salvador ha experimentado una transformación sin precedentes en materia de seguridad pública. Un total de 921 días sin homicidios, de los cuales 807 se han registrado bajo el Régimen de Excepción, posicionan al país como uno de los más seguros del continente y del mundo.
Los resultados, que hasta hace pocos años parecían inalcanzables en un país con altos índices de violencia, han captado la atención de la comunidad internacional. “Ningún plan de seguridad, en ningún país del mundo, ha logrado lo que hemos logrado en El Salvador”, expresó el Presidente Bukele en una de sus intervenciones, aludiendo a los cambios implementados desde 2019.
El giro comenzó desde el primer mes de su mandato: en junio de 2019 los homicidios descendieron a 217, una caída significativa en comparación con mayo de ese año, cuando se contabilizaron 285 asesinatos bajo el gobierno anterior.
Desde entonces, la tendencia ha sido clara:
- 2020 cerró con 1,341 homicidios
- 2021 con 1,147, una reducción del 15%
- 2022 con 496 homicidios, ya con el régimen de excepción en vigor
- 2023 reportó solo 154 asesinatos y 247 días sin homicidios
- 2024 culminó con 114 homicidios y 279 días sin muertes violentas
En lo que va de 2025, las autoridades registran 123 días sin homicidios, destacando los meses de enero y mayo, ambos con 25 días sin muertes violentas.
Mayo de 2025 cerró con solo seis homicidios, cuyos responsables ya han sido capturados, y 25 días sin muertes por violencia, una cifra que refleja la continuidad de los resultados positivos.
Este enfoque, impulsado principalmente a través del régimen de excepción, ha permitido desmantelar estructuras criminales históricas en el país. El Salvador ha pasado de ser un referente negativo en los índices de criminalidad, a convertirse en un modelo observado a nivel internacional por su estrategia de seguridad integral.
Con estos resultados, el Presidente Bukele consolida su legado como el mandatario que marcó un antes y un después en la lucha contra la violencia, transformando radicalmente la percepción de seguridad dentro y fuera del país.