Con datos, no relatos. Gracias a la acción coordinada entre la División Antinárcoticos y la unidad STORM de la Policía Nacional Civil (PNC), se logró ubicar e interceptar una embarcación a una milla náutica de la playa El Espino, en Jucuarán, Usulután, que transportaba 9 bultos con aproximadamente 430 kilogramos de droga, valorada en más de 10 millones de dólares.
A bordo fueron capturados los ciudadanos salvadoreños Miguel Ángel Marín y Abraham Orrego Liévano, quienes transportaban la droga que habría sido recibida a 30 millas náuticas frente a las costas de El Jaguey, Conchagua, proveniente de Nicaragua, con destino final hacia Guatemala.
La operación fue montada en menos de 12 horas y ejecutada con precisión, lo que permitió desarticular un movimiento regional de tráfico de cocaína antes de que llegara a su destino.
El ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, destacó la contundencia del operativo y reafirmó la postura firme del Gobierno frente a estas estructuras criminales: “Seguimos demostrando nuestro compromiso inquebrantable con erradicar a las organizaciones criminales que se lucran de este negocio maldito de las drogas”.
Asimismo, el titular de seguridad recalcó: “En El Salvador, la guerra contra el narcotráfico no se detiene. Aquí manda el Estado”.
Este golpe representa un avance más en la lucha frontal contra el narcotráfico en la región, y evidencia la efectividad de las estrategias implementadas para proteger el territorio salvadoreño de las estructuras del crimen organizado.