La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, evitó pronunciarse este jueves cuando periodistas le preguntaron sobre la polémica avioneta que autoridades mexicanas aseguraban había despegado de El Salvador.
El tema cobró relevancia luego de que el Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, desmintiera categórica y públicamente dicha versión, respaldado por reportes de seguridad regional.
Para reforzar sus argumentos, Bukele mostró una imagen con la trayectoria de vuelo, donde claramente se observa que la avioneta voló muy al sur de El Salvador y Nicaragua, sin proximidad alguna. También citó un informe de JIATFS Key West (EE. UU.), una de las agencias más reconocidas en el hemisferio en el monitoreo del tráfico ilícito, que corroboró que la aeronave nunca tocó territorio salvadoreño.
Pero el golpe más fuerte llegó cuando Bukele reveló un dato que ni México ni los medios habían informado: la identidad y nacionalidad de los tres detenidos. Se trata de:
Leonardo Alonso Parra Pérez, piloto originario de Guasave, Sinaloa.
José Adán Jalavera Ceballos, copiloto de Chihuahua.
Felipe Villa Gutiérrez, de Morelia, Michoacán.
“El Salvador no encubre criminales ni tolera el narcotráfico, no lo hicimos antes, no lo haremos ahora. Tampoco permitiremos que intenten involucrarnos en operaciones que no nos corresponden ni nos pertenecen”, sentenció Bukele, exigiendo además al Gobierno de México una “aclaración y rectificación inmediata”. Como medida diplomática, ordenó llamar a consulta a la embajadora salvadoreña en México.
Tras ello, el secretario de Seguridad de México, Omar García Harfuch, reconoció el error en sus declaraciones iniciales.
A pesar de la controversia diplomática, Sheinbaum optó por no comentar al respecto y solo dijo que el tema “ya estaba aclarado”.