Durante la última congregación general previa al cónclave, y frente a 173 cardenales, procedieron a romper el anillo del pescador del Papa Francisco y el sello de plomo que había utilizado para firmar los documentos pontificios. Este es un gesto insólito, porque normalmente es realizado después del fallecimiento del Santo Padre, sin embargo, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, explicó que no había razón oficial por la que había propuesto dicha medida.
El ritual de rompimiento del anillo papal fue desarrollado en presencia de todos los cardenales, al lado del decano del Colegio Cardenalicio, Cardenal Giovanni Battista Re, y del camarlengo, el Cardenal Kevin Farrel.
Bruni detalló que en la última congregación general, participaron 130 de los 133 cardenales electores, mayores de 80 años, quienes están a cargo de elegir al nuevo Pontífice.
La congregación general, desde las 9:00 hasta las 12:00 intervinieron 26 purpurados que abordaron las reformas abordadas del Papa Francisco como el proceso de sinodalidad, y otros temas como la necesidad de comunión eclesial en la iglesia.