En El Salvador, las mujeres embarazadas cuentan con una protección legal especial que salvaguarda su empleo y su salud durante todo el proceso de gestación y posparto. El Código de Trabajo, en sus artículos 113 y 113-A, establece que las trabajadoras no pueden ser despedidas desde el momento de la concepción y hasta seis meses posteriores al descanso posnatal, reforzando así el derecho a una maternidad digna y libre de vulneraciones laborales.
Marlene López, asistente legal especializada en materia laboral de la Procuraduría General de la República (PGR), explicó que esta estabilidad laboral protegida se extiende durante los nueve meses del embarazo. Una vez que concluye el parto, la trabajadora tiene derecho a 112 días de descanso posnatal, período en el que sigue amparada por la ley. Tras reincorporarse a sus labores, cuenta con seis meses adicionales de seguridad laboral para evitar despidos injustificados.
«La mujer goza de estabilidad laboral reforzada, pero debe conocer estos derechos y activarlos por medio de las instancias competentes, como la Procuraduría General de la República o el Ministerio de Trabajo», indicó López. También advirtió que una de las formas más comunes de violencia laboral contra embarazadas ocurre cuando se les asignan funciones que comprometen su bienestar físico. «Las mujeres embarazadas son de las más expuestas a abusos, despidos y maltratos. Aunque la normativa protege también a la persona por nacer, en ocasiones se imponen tareas que no son compatibles con su estado», puntualizó.
La normativa busca no solo garantizar la permanencia en el empleo, sino también fomentar un entorno respetuoso para la salud de la madre y el desarrollo del recién nacido. Conocer y exigir estos derechos resulta fundamental para que la protección se haga efectiva.
