El Tribunal Quinto Contra el Crimen Organizado de San Salvador impuso condenas de hasta 1,393 años de prisión contra 242 integrantes del programa Libertad de la estructura criminal Mara Salvatrucha (MS-13), tras encontrarlos culpables de 235 hechos delictivos cometidos en perjuicio de la paz pública.
La jueza tres de dicho tribunal declaró culpables a los imputados por una amplia gama de delitos, entre ellos homicidio agravado, feminicidio agravado, desaparición de personas, tráfico ilícito, proposición y conspiración en homicidio agravado, utilización u ocupación ilegal de inmuebles, así como actos preparatorios, conspiración, asociaciones delictivas, tenencia y portación ilegal de armas de fuego y agrupaciones ilícitas.
El pandillero que recibió la condena más alta fue Marvin Abel Hernández Palacios, alias “Nocturno de Teclas”, sentenciado a 1,393 años de prisión por su participación en más de 20 casos de homicidio agravado y extorsión agravada. Entre los crímenes más relevantes se encuentra el asesinato de los hermanos Guerrero Toledo y de la exfutbolista de Alianza Women, Jimena Granados.
Asimismo, Kelvin Edgardo Germán Rivas, alias “Sapa”, fue condenado a 873 años de cárcel por su participación en 14 homicidios agravados y 12 desapariciones de personas.
Durante el proceso judicial también se condenó a 13 líderes de la MS-13, quienes ostentaban rangos de corredores de clica y de programa dentro de la estructura criminal. Tres de ellos fueron sentenciados conforme a la reciente reforma al Código Penal, recibiendo 45 años de prisión debido a su rol de liderazgo dentro de la organización.
En la resolución, el tribunal estableció que las 14 bases de la MS-13 que ejercían control territorial en Santa Tecla han sido juzgadas en su totalidad, marcando un golpe significativo contra esta estructura criminal. Además, se resolvieron casos de alto interés nacional, como el asesinato de Luis Alberto Menjívar Vides, estudiante de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), por el cual se impuso una condena de 30 años de prisión.
Este fallo representa uno de los procesos judiciales más amplios y contundentes en la lucha contra el crimen organizado en El Salvador.
