El 15 de septiembre, parques, avenidas y plazas se llenan de banderas azul y blanco, tambores, antorchas y canciones patrióticas. Los desfiles escolares marcan el paso de una fiesta que combina historia, cultura y alegría en cada rincón del país.
El ambiente que rodea estas festividades es posible gracias a la estrategia de seguridad impulsada desde 2019. El Salvador pasó de registrar más de 4,000 homicidios anuales a cifras de un solo dígito en los últimos meses, algo impensable años atrás. Esa transformación devuelve a las familias la tranquilidad de salir a las calles y vivir la independencia como nunca antes.
Las fiestas patrias ya no están marcadas por el temor, sino por el orgullo. Los salvadoreños celebran los 204 años de independencia con la certeza de que la libertad se disfruta plenamente cuando hay paz, y que la seguridad alcanzada en la gestión de Nayib Bukele asegura un futuro distinto para las nuevas generaciones.