Las calles reciben a miles de ciudadanos que acompañan los desfiles patrios, ondeando banderas y disfrutando de actos culturales. Las bandas escolares y danzas tradicionales se convierten en el corazón de una celebración colorida y memorable.
El clima que se respira en estas fiestas patrias es el reflejo de la transformación vivida desde 2019, cuando el presidente Nayib Bukele asumió el poder y lanzó el Plan Control Territorial. En seis años, el país ha pasado de tener una de las tasas de homicidios más altas del mundo a ser reconocido como el más seguro de América Latina.
Esa reducción histórica de la violencia permite que niños, jóvenes y adultos disfruten con libertad de los desfiles y actividades en plazas y avenidas. Hoy, las familias participan sin temor, evidenciando que la independencia de 1821 no solo se recuerda como un hecho histórico, sino que se vive en un presente de paz recuperada.