La segunda mitad de la final del Torneo Apertura 2025 arrancó con la expectativa intacta y el marcador en blanco. Sin embargo, apenas al minuto 49, Alianza volvió a sufrir un contratiempo cuando Óscar Rodríguez salió lesionado, obligando al ingreso de Andrés Hernández y ajustando nuevamente el esquema albo.
Con el correr de los minutos, el partido cayó en un ritmo trabado, donde el miedo a cometer un error pareció imponerse sobre la ambición ofensiva. Al llegar a los 55 minutos, el 0-0 seguía firme y las tribunas comenzaban a impacientarse ante la falta de profundidad de ambos equipos. A los 65, el empate persistía y las ocasiones claras seguían siendo una rareza en el terreno de juego.
El momento que rompió, por instantes, la monotonía llegó cuando Nelson Díaz probó desde fuera del área, obligando a Cristopher Rauda a intervenir con seguridad para mantener el arco albo en cero. Firpo mostró una leve mejoría en la circulación del balón al alcanzar los 75 minutos, pero esa intención no se transformó en peligro real.
En el tramo final, el partido entró en una fase de cautela extrema. A veinte minutos del cierre, la intensidad disminuyó y el reloj avanzó sin respuestas ofensivas. Con diez minutos por disputarse, el gol seguía ausente y ambos equipos parecían resignarse a llevar la definición más allá del tiempo reglamentario.
Cumplidos los 90 minutos, el árbitro añadió dos minutos de compensación. El marcador no se movió y el estadio Jorge “Mágico” González quedó envuelto en una mezcla de nerviosismo y expectativa, con una final que se negaba a tener dueño.
