Las revoluciones en el sistema comercial mundial derivadas de la guerra arancelaria del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump contra China y gran parte del resto del mundo se reflejan en las cifras de superávit comercial anunciadas por Beijing.
En los primeros once meses del 2025, el superávit comercial de China alcanzó los $1,08 billones, superando el récord anterior de $993.000 millones de 2024. El Wall Street Journal lo calificó como “una cifra notable, nunca antes vista en la historia económica registrada”.
Los aranceles impuestos por el mandatario estadounidense a las exportaciones chinas a EE. UU., que ahora rondan el 37 % de media, han provocado una reducción de las exportaciones de alrededor de una quinta parte; sin embargo, este descenso se ha visto más compensado por el aumento de las exportaciones chinas a otros mercados.
En noviembre, el superávit comercial chino se elevó hasta los $111.680 millones, el tercer nivel más alto registrado y un aumento del 21,7 % con respecto al mismo periodo del año anterior.
Este hecho es resultado de las condiciones deflacionistas en China, donde los precios se han mantenido estables o incluso han bajado en algunos casos. Además, los precios al productor cobrados por las fábricas en Europa han aumentado un 35 % y un 26 % en Estados Unidos en los últimos cinco años.
