La industria de la construcción en El Salvador ha experimentado una transformación en los últimos años, con un notable aumento en la eficiencia de los trámites necesarios para iniciar proyectos.
Luis Rodríguez, director ejecutivo de la OPAMSS, explicó que en el pasado algunos permisos podían tardar hasta 13 años, mientras que otros proyectos demoraban alrededor de ocho años, generando retrasos significativos en la inversión y ejecución de obras.
“Hoy ya no estás hablando de años, hoy estás hablando de un par de meses para poder sacar un permiso”, afirmó Rodríguez, destacando que estas mejoras son producto de la homologación de procesos entre distintas instituciones gubernamentales, lo que permite a los inversionistas tramitar permisos de manera casi integrada.
El ejecutivo señaló que el gobierno se ha convertido en un aliado clave de los empresarios, ya que la coordinación interinstitucional facilita la planificación y ejecución de proyectos de infraestructura y construcción. Según Rodríguez, esta agilización no solo beneficia a los inversionistas, sino que también fortalece la competitividad del país y fomenta la generación de empleo al permitir que los proyectos comiencen en tiempos mucho más cortos que los observados hace una década.
Además, la OPAMSS ha implementado productos y herramientas de preanálisis que permiten a los empresarios conocer con anticipación los requisitos y pasos necesarios para obtener sus permisos, reduciendo incertidumbres y promoviendo un flujo más ordenado en los procesos. La iniciativa representa un cambio estructural en la manera en que se gestionan los permisos, contribuyendo al desarrollo sostenido de la industria de la construcción en El Salvador.