Este 15 de agosto, los presidentes de Estados Unidos y Rusia se reunieron en la ciudad de Anchorage, Alaska, escenario de una cumbre que se presume crucial para abordar la resolución del conflicto en Ucrania, así como diversos temas de la agenda internacional y bilateral, con el objetivo de restablecer los lazos entre las dos potencias.
Esta es la segunda reunión entre ambos jefes de Estado; la primera se realizó en 2019, en el marco de la cumbre del G-20 en Osaka, Japón. El mandatario ruso había viajado por última vez a Estados Unidos en septiembre de 2015, cuando asistió en Nueva York al debate anual de la Asamblea General de la ONU, por lo que llevaba casi una década sin visitar el país norteamericano. La última vez que Putin se reunió personalmente con un presidente estadounidense fue en junio de 2021, en Suiza, donde celebró una cumbre con Joe Biden.
Putin también se convierte en esta jornada en el primer líder en la historia de Rusia que visita Alaska, un lugar cargado de connotaciones simbólicas, ya que perteneció a Rusia hasta 1867, año en que el zar Alejandro II concretó la venta de ese territorio y sus islas adyacentes a Estados Unidos.
Durante el encuentro, acompañaron a la delegación rusa el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, y el asesor presidencial, Yuri Ushakov. Por parte de Estados Unidos, participaron el secretario de Estado, Marco Rubio, y el enviado especial presidencial, Steve Witkoff.