Se trata del proyecto, conocido como Centro de Alta Contención del Crimen Organizado (CACCO), el cual busca dar respuesta a la sobrepoblación del sistema carcelario, actualmente saturado en casi un 30 %.
“Si no hacemos esto, el sistema va a colapsar y nos exponemos a conflictos internos, tomas de rehenes y motines”, dijo el ministro de Justicia costarricense, Gerald Campos.
La iniciativa toma como referencia el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) de El Salvador, una instalación que ha llamado la atención internacional por su capacidad masiva y su enfoque de control estricto.
Gracias a un acuerdo de cooperación, Costa Rica recibirá planos, diseños y asesoría técnica salvadoreña para replicar algunos de sus elementos de seguridad.
Con un presupuesto estimado en 35 millones de dólares, el CACCO incrementará en un 40 % la capacidad penitenciaria nacional. El financiamiento provendrá de fondos estatales y se ejecutará en dos etapas: una parte este año y el resto en 2026. Por razones de seguridad, la ubicación exacta del complejo y ciertos detalles operativos permanecerán en reserva.