Ha pasado más de un siglo desde que un papa adoptó el nombre de León para su pontificado. Sin embargo, el jueves, desde la basílica de San Pedro, cuando estadounidense Robert Prevost, prefecto del Dicasterio para los Obispos, asumió el liderazgo de la Iglesia católica como León XIV, dejó clara la trayectoria que desea seguir en esta nueva etapa.
La historia revela que tanto el papado de León I, conocido también como León Magno, y el de León XIII, aunque se enfrentaron a tiempos difíciles, se convirtieron en figuras claves por su enseñanza dentro y fuera de la Iglesia.
El papa León I es recordado por ser el primer sumo pontífice en salvar a la Iglesia cuando Atila, el líder de los Hunos, estaba saqueando gran parte de Europa y estaba listo para destruir Roma en el año 452 d.C. «León Magno encabezó una delegación de Roma, se reunió con Atila y lo disuadió de seguir la guerra de invasión», señaló el escritor, historiador y académico mexicano, Juan Miguel Zunzunegui en sus redes sociales.
«La Iglesia de ahora, tan fragmentada, aunque no se hable tanto de eso, necesita ser salvada», afirmó el escritor.
Su pontificado duró 21 años y fue reconocido doctor de la Iglesia por el papa Benedicto XVI en 2008. León Magno también inspiró el Concilio ecuménico de Calcedonia, el cual afirma la unión en Cristo de las dos naturalezas, humana y divina, rechazando la herejía de Eutiquio, que niega la esencia humana del Hijo de Dios.
Su muerte fue el 10 de noviembre de 461 y, según algunos historiadores, también fue el primer papa en ser sepultado dentro de la basílica vaticana.
Mientras que León XIII asumió el papado en 1878, cuando tenía 68 años. Estuvo al frente por 26 años y su legado fue la encíclica «Rerum novarum», considerada la piedra fundacional de la doctrina social de la Iglesia en un contexto donde los trabajadores sufrían condiciones deplorables en las fábricas.
El papa italiano impulsó un cambio social, condenó la esclavitud, la opresión y reinvidicó los derechos de los trabajadores y los sindicatos, expuso el periodista colombiano Juan Carlos Iragorri en el podcast «Y esto no es todo» del Georgetown Americas Institute. «León I y León XIII nos dicen muchísimo de León XIV», recalcó Zunzunegui.
Su trabajo en Chiclayo
La lucha social, escuchar a los demás y la empatía con los más vulnerables en Perú, son las principales características del ahora papa León XIV, de acuerdo con el sacerdote Humberto González y el politólogo León Lucar, entrevistados en el podcast.
Prevost llegó en 2014 a la diócesis de Chiclayo y reestructuró el trabajo para abrir más frentes, principalmente en la pastoral social que abarca la pastoral de las cárceles, de la salud, la pastoral ecológica y la pastoral de los migrantes, tomando en cuenta el gran número de migrantes venezolanas que se encuentran en Perú.
«Creo que este acercamiento a estas realidades sociales hace que afine su visión de pastor, de cómo armonizar la diversidad de las maneras de vivir el catolicismo dentro de su diócesis», comentó el politólogo León Lucar.
Para el religioso González, el papa cuenta con todas las herramientas para dirigir la Iglesia.
«El papa viene de nuestra América Latina y América Latina sigue marcando una pauta para el mundo, para la Iglesia, sigue siendo otro grano de trigo maduro para el mundo entero y este hombre será un regalo y una bendición para toda la Iglesia», afirmó, quien trabajó con Prevost en Pontificia Comisión para América Latina.